viernes, 26 de abril de 2013

Una de deudas...

En estos días de crisis ya os dejé una entrada sobre el optimismo, hoy os traigo una ilustración de El Roto que apareció hace ya un tiempo en el País (el 14 de junio del 2011) y, puesto que ahora se sigue hablando tanto de deudas, no vendría mal que recordemos a quiénes les debemos tantas y tantas cosas...


jueves, 25 de abril de 2013

3ª declinación latina, ¡vade retro!

Sí, esta entrada va sobre el gran monstruo de la morfología nominal latina, ¡la tercera declinación!

Por más que se repita que los temas en consonante y los temas en -i conforman en latín una única declinación, en la que comparten la mayoría de las terminaciones de los casos (mejor que desinencias para la tercera); es tal el horror que provoca que algunos alumnos preferirían antes tener que ir a enfrentarse a la Hidra de Lerna.


Aquí os dejo los apuntes que sigo en clase y espero que os sirvan de tanta ayuda como Yolao lo fue para Hércules al enfrentarse a la Hidra.

Ejercicios


Y porque como la teoría sin práctica no sirve de nada, os dejo unos ejercicios interactivos:

Ejercicios de ludus litteratus sobre todas las declinaciones, pincháis en la que queráis practicar y rellenáis los huecos (lo peor, que os deja solo tres intentos por caso para acertar, eso sí siempre podéis volver a empezar)
Ejercicios sobre los temas en -i.

Por si no os es suficiente (que debería) o nos os aclaráis con mis apuntes (semejante insolencia no quedará sin castigo), aquí tenéis enlaces a varias páginas:

Si sobreviven nos veremos en clase.


viernes, 19 de abril de 2013

Solución oraciones tercera

Hola chicos,

como lo prometido es deuda, os dejo aquí la solución de las 10 primeras oraciones que tenéis que tener hechas, intentad no solo corregir los errores, sino comprobar dónde y por qué se producen. Ya me diréis en clase qué tal estaban vuestras oraciones. ¡Ah, un regalo antes de despedirme!, seguid con las siguientes oraciones, ya sabéis que esto no para y, si queréis parar, os pasará lo mismo que a Mafalda...








Espero que nadie esté buscando las oraciones y no se haya dado cuenta del enlace...

¡Disfruten o carpe diem como ya saben!

miércoles, 17 de abril de 2013

Mitos romanos de inicios de la República I

La riqueza del caudal mitológico griego es incuestionable y, muchas veces, provoca que los mitos romanos, o más bien sus leyendas, queden relegadas al olvido. Eso es lo que vamos a evitar en este blog.

Los romanos incorporaron a su religión, a la oficial, los mitos griegos y su alcance se notó en el arte y la literatura, pero los romanos contaban con sus propios mitos que ya hemos visto en el caso de los Horacios y los Curiacios. En la cultura romana los mitos indoeuropeos evolucionaron hacia el campo histórico y así lo que nos encontramos son mitos o leyendas insertadas en la pseudohistoria de Roma, concretamente, del período monárquico y los primeros años de la República.

¿Qué supone esto? Los mitos son narraciones de su historia y sus protagonistas son a la vez los héroes de la ciudad y es en estos relatos donde se conserva residualmente el bagaje mitológico indoeuropeo.

Dejaremos de lado los mitos de época monárquica y nos centraremos en los mitos de los primeros siglos de la República. Los héroes son ejemplos de las cualidades del carácter romano.

Los primeros mitos están en relación con el intento de los Tarquinios de recuperar el trono y los protagonistas son Horacio Cocles, Mucio Escévola y Clelia. Los tres representan la virtud del romano de valentia, decisión y sacrificio por su ciudad.

Horacio Cocles


Horacio Cocles es el primer personaje de la lista. Tarquinio, el antiguo rey de Roma, recurrió a los etruscos (no debemos olvidar el origen etrusco de los Tarquinios) para recuperar la ciudad. Acudió a Porsena, rey de la ciudad de Clusium, quien creyendo que la vuelta de Tarquinio le sería provechosa declaró la guerra a los romanos en el año 506 a.C.

Los etruscos lanzan su ataque y los romanos se ven obligados a abandonar los campos en torno a Roma. Los etruscos conquistan el Janículo y ,cuando llegan a la orilla occidental del Tíber, se encuentran con que Horacio Cocles montaba guardia en el puente Sublicius que conduce al corazón de Roma les hace frente. A su lado combatieron Espurio Larcio y Tito Herminio, pero Horacio ordenó a sus compañeros que se refugiasen en la ciudad y que destruyeran el puente tras cruzarlo, mientras él entretenía al enemigo.  La valentía de Horacio asombró a los etruscos, que tras ver a Horacio Cocles, esquivar las lanzas lanzaron un ataque masivo. Horacio al comprobar que el puente había sido destruido se lanzó al agua y cruzó a la otra orilla. Fue recompensado con la tierra que pudiera arar en un día y además se le erigió una estatua en el foro. Polibio nos ofrece un final menos feliz, en sus palabras:

"Logró repeler el ataque enemigo, pasmado no tanto de su vigor corporal como de sua audacia y su empeño. La destrucción del puente desbarató el ataque de los rivales; Cocles se arrojó con sus aramas al río y se ahogó voluntariamente; dio preferencia a la seguridad de la patria y a la gloria que se seguiría de su gesta, proponiendo su existencia actual y el tiempo que le quedaba de vida. Este es, si no me equivoco, el anhelo y la avidez de honor que en los jóvenes romanos engendran las instituciones de Roma." (Traducción de Manuel Balasch)

Livio dice que hay que incluir el relato dentro de la historiografía, pese a su innegable caracter legendario.
Horacio Cocles se enfrenta a los etruscos.

Mucio Escévola


Los etruscos asediaron Roma bajo el mando de Porsena y Escévola (el zurdo) con permiso del Senado se introdujo para intentar matarlo.  Alcanzó el lugar donde se encontraba el trono real, pero no pudo averiguar cuál de los dos caballeros ricamente vestidos era el rey y apuñaló a uno que finalmente era el secretario o escriba del rey. Tras ser capturado en su huída y llevado ante el rey no se aminaló y en palabras de Livio declaró: "Soy ciudadano romano. Me llamo Gayo Mucio. He querido, como enemigo, matar a un enemigo y no tengo para morir menos coraje que el que tuve para matar: es virtud romana el actuar y el sufrir con valentía. Y no soy el único en tener esta actitud hacia ti; es larga la serie de los que después de mí pretenden el mismo honor." (Traducción de José Antonio Villar)
El rey en el interrogatorio le amenazó con quemarlo a lo que Escévola respondió colocando su mano derecha sobre un brasero ardiente y dejó que se quemase como si no padeciese. Porsena, asombrado, le liberó y entabló negociaciones con Roma que concluyeron con la retirada de Porsena a cambio de rehenes. Mucio fue recompensado con terrenos al otro lado del Tíber.
Escévola. Louis-Pierre Deseine. Wikipedia

Clelia


Clelia estaba incluida entre el grupo de rehenes que los romanos enviaron a Porsena como cláusula de las negociaciones de paz por las que los etruscos se retiraron. Según Tito Livio el ejemplo de Escévola despertó en las mujeres el afán de las mismas distinciones. Clelia aprovechando que el campamento etrusco estaba cerca de la orilla del Tíber guió a las muchachas hasta al río y a nado bajo la lluvia de proyectiles de los etruscos lo cruzaron y las condujo sanas y salvas hasta Roma. Porsena y los etruscos exigieron su devolución y prometían su regreso seguro a Roma. Los romanos cumplieron y a la llegada de Clelia al campamento, el rey etrusco, que al principio se enojó pero que ahora admiraba la valentía y decisión de la romana, le ofreció escoger entre los rehenes que permanecían con quiénes quería hacer el viaje de regreso a Roma. Clelia escogió a los muchachos o bien por estar en un mayor riesgo de ser ultrajados o por ser más útiles para Roma. Clelia fue recompensada con una estatua ecrueste en la Vía Sacra, una distinción única para una mujer.

Clelia huyendo con las rehenes.


¿Cuál crees que es la enseñanza que los romanos podían sacar de estas leyendas? ¿Cuál es el retrato del ciudadano romano que transmiten?

                                                                    

martes, 16 de abril de 2013

Los griegos y la muerte, ¿una sola visión?

Si hay algo que inquieta al hombre es sin duda la muerte, el más allá, su propio destino. Todas las culturas le han otorgado un importante lugar en su ideario, los pueblos antiguos y, entre ellos, los griegos no han sido una excepción en este sentido. La cultura griega, debido a su situación geográfica en el mediterráneo oriental, entró en contacto con otros pueblos (como los egipcios) de marcado interés por el más allá y la vida después de la muerte y esto pudo impulsar la propia inquietud del pueblo griego.

La mentalidad griega sobre el más allá sufrió una evolución. Este hecho se refleja en su literatura desde la visión del más allá y del destino del hombre que aparece en la famosa νέκυια o evocación de los muertos del Canto XI de la Odisea hasta la visión que aparece, por ejemplo, en las laminillas de oro órficas. El mundo religioso griego ya desde época clásica poseyó una serie de movimientos mistéricos que, amparándose en la pervivencia del alma tras la muerte, aseguraban una destino feliz en el más allá –claro está que para los iniciados-, entre estos movimientos se encuentran el orfismo y los Misterios de Eleusis. 

Busto de Hades. Copia romana de un original griego, s.V. a.C. Museo Nacional de Roma. Fuente: Wikipedia


Pero, no obstante, este interés en la escatología que mostraron los griegos no fue impedimento para poder realizar lecturas o visiones paródicas del Hades como Aristófanes y Luciano realizan en Las Ranas y al comienzo del libro II de Los relatos verídicos. Pero dejemos que hablen los propios griegos sobre cómo concebían la muerte por medio de la siguiente presentación sobre Ulises en el Hades y los versos de Homero y de Arquíloco.

Homero, Ulises y el Hades





Homero expresa así el momento en que mueren tanto Patroclo como Héctor, Ilíada, XVI, 855-857 y XXII, 361-363:

                        ὣς ἄρα μιν εἰπόντα τέλος θανάτοιο κάλυψε,
                        ψυχὴ δ᾽ ἐκ ῥεθέων πταμένη Ἄϊδος δὲ βεβήκει
                        ὃν πότμον γοόωσα λιποῦσ᾽ ἀνδροτῆτα καὶ ἥβην.

                       "Luego de que así habló, el fin de la muerte lo arropó
                        y su alma, habiendo volado de sus miembros, llegó al Hades,
                        su destino lamentando, pues abandonaba su varonil juventud."

Ya Homero nos habla de la llanura del Eliseo que se encuentra en los confines de la tierra, πείρατα γαίης, lo normal en la localización del mundo de ultratumba. Es presentada como un típico paraíso con un clima no cambiante, siempre primaveral, donde “jamás hay nieve, ni invierno largo, ni lluvia, sino que el Océano manda siempre las brisas del Céfiro, de sonoro soplo, para dar a los hombres más frescura”. Allí sitúa el poeta al rubio Radamantis y a otros hombres (Οdisea, XI, vv. 564 y ss.), pero no especifica quiénes son aquellos que habitan en la llanura, solo nos dice que Menelao terminará sus días allí por ser yerno de Zeus, por lo que hay que suponer que Helena le acompañará. Estos son los escasos datos que proporciona en cuanto a sus habitantes, pero desde luego queda claro que no es un destino extensivo a todos los hombres, sino solo a los héroes.

Antes de pasar a ver las religiones mistéricas leamos el fragmento 64D de Arquíloco, poeta lírico griego del s. VII a.C. (traducción de J. Ferraté):

                                  Nadie, de honor ni fama, una vez muerto, goza
                                  entre sus convecinos: en vida preferimos
                                  buscar de los vivientes la simpatía; el muerto
                                  lo peor de todo, siempre y en todas partes, sufre.


Las religiones mistéricas: una  nueva visión del Hades.


La religión griega evolucionó con prácticas religiosas denominadas misterios o cultos mistéricos (de μύστης, "iniciado"). Estas prácticas propiciaban una transformación espiritual y una promesa de felicidad en el más allá. El problema para el conocimiento de este tipo de cultos reside precisamente en su carácter mistérico, pues solo estaban abiertos a los iniciados, algunas partes eran secretas y si se revelaban quedabas expuesto a recibir un castigo, llegando incluso a la pena de muerte como le ocurrió al ateo Diágoras de Melos (V a.C.), que no tuvo mejor ocurrencia que ir contado contar a todo el mundo qué sucedía en los misterios. 

Estos misterios no se oponen a la religión oficial o cívica (de la ciudad o polis), frente al cristianismo. Los misterios conllevan normalmente para el iniciado un sufrimiento o experiencia traumática para pasar luego a otra experiencia de extrema intensidad. Se lleva al iniciado al límite (del miedo, por ejemplo) y se le hace salir vencedor. La promesa de una vida mejor tras la muerte puede tener un sentido amplio, no únicamente de una vida futura feliz en el más allá, sino de la aceptación por parte del iniciado de su papel en el ciclo de la vida o naturaleza (binomio vida-muerte).

Varios fueron los cultos mistéricos: Eleusis, el orfismo, el culto orgiástico de Cibeles, la Gran Madre Frigia, el culto de Isis y el culto de Mitra (estos dos últimos muy importantes durante el Imperio Romano). Los órficos por ejemplo proporcionaban a sus iniciados una serie de instrucciones para llevar a cabo con éxito el tránsito a la otra vida, instrucciones que conocemos gracias a las tablillas de oro con las que se enterraban, por ejemplo, la tablilla descubierta en Hiponia que nos da las instrucciones de qué fuente se ha de beber (de la de Mnemósime –la Memoria–) y cuál evitar y qué responder a los guardianes:

A la derecha de la mansión de Hades encontrarás una fuente y junto a ella un blanco ciprés que se yergue altivo; a esa fuente no te acerques...
Más adelante encontrarás el agua fresca que brota del manantial de Mnemósime; arriba están los guardias. Te preguntarán por qué has llegado alli. Cuéntales exactamente toda la verdad y diles: 
"Soy hijo de la Tierra y del Cielo estrellado... y vengo muerto de sed; dadme de beber de esa fuente.

Tablilla de oro órfica, Getty Villa. Fuente: wikipedia

Nos vamos a centrar por su importancia dentro del Mundo Antiguo en los Misterios de Eleusis.

Los Misterios de Eleusis.


Estos misterios se realizaban en honor de Deméter y su hija Perséfone en Eleusis en el Ática (para más información acudir al siguiente enlace).Conocemos su existencia desde el s. VII a.C. con el himno homérico a Deméter hasta la destrucción del santuario por Alarico en el 394 d.C. 

Reconstrucción del santuario de Eleusis, Ática (Grecia)

El mito central de estos misterios se centra en el rapto de Perséfone por Hades y los avatares de Deméter hasta que encuentra a su hija y se logra su reconciliación con Hades y cómo, tras esta, la diosa instaura los misterios. Los efectos de esta iniciación no son solo para el más allá, sabemos por un relieve votivo conservado en el Museo Arqueológico de Atenas que un ciego recuperó la vista. Aristóteles nos da la clave para interpretar los misterios correctamente, ya que estos no sirven para que el iniciado aprenda algo, sino para que lo experimente y cambie de mentalidad y, de este modo, esté preparado. Preparado para qué, es claro, para la muerte.

Relieve de Eleusis con Deméter, Perséfone y Triptólemo.s. V a.C.


Los misterios proporcionan una experiencia extática y desenfrenada con componentes agrarios y sexuales (como exaltación de la vida), en los que se ve y se oye algo (al ser misterio no sabemos con exactitud el qué), pero no quedan dudas por diversas informaciones de que el iniciado consigue el conocimiento para evitar el sufrimiento en el más allá. Así Píndaro nos dice (frag. 137):

                         ¡Venturoso aquel que tras haberlos visto va bajo tierra,
                         pues conoce el fin de la vida
                         y conoce el principio dispuesto por Zeus!

O el propio Himno homérico a Deméter (480-482) expresa:

¡Venturoso aquel que los vio de entre los hombres que sobre la tierra vivie!
Mas el no iniciado en los ritos, quien de ellos no participa,
no tiene un destino semejante, al menos una vez muerto, bajo la sombría tiniebla.

Tras la experiencia en los misterios el iniciado logra comprender el lugar del hombre en el mundo, el sentido del hombre y su destino en el más allá, y es ese conocimiento el que consigue eliminar del hombre la desazón, la angustia y la cruel incertidumbre sobre su destino.


Para terminar os dejo como la poesía griega ha reflejado la muerte o el paso al otro mundo: 

Bibliografía: 
  • Alberto Bernabé, U.C.M., (c) F. Casadesús (ed.), Sectes, ritus i religions del món antic. Palma de Mallorca 2002, pp.133-157. 
  • David García Pérez, La muerte: su significación y su representación en la poesía griega. Nova Tellus, vol. 27, núm. 2, 2009, pp. 91-106,Centro de Estudios Clásicos México
  • J. García López, La religión griega, Madrid, 1975,  101-116

Ejercicios:  

Ahora que espero que se hayan disipado algo vuestras tinieblas sobre la muerte en la Grecia Antigua (pues las tinieblas de y sobre la muerte quizá no se disipen jamás), llega la hora del trabajo:
  1. Una vez que hayas leído el apartado relativo a Homero y Ulises y visto la presentación, indica cómo veían los griegos arcacios la muerte y el más allá.  
  2. Tras leer el apartado de los ritos mistéricos y de los Misterios de Eleusis comparálos con la situación anterior, señala qué ha cambiado e intenta dar una explicación de por qué se ha producido ese cambio en la mentalidad religiosa griega y qué consecuencias tiene.
  3. Establece una relación entre las religiones mistéricas y el cristianismo.
  4. Realiza un comentario en el blog sobre alguno de los aspectos de esta entrada, la impresión que te ha causado la mentalidad griega, qué opinas de la visión de la Odisea, si piensas que los misterios proporcionaron consuelo a los griegos, o, mejor aún, algo de tu cosecha.


 














martes, 9 de abril de 2013

Roma, el imperio modelo

Roma, una única ciudad, levantó uno de los mayores imperios territoriales que jamás hayan existido. Lo logró apoyándose en dos elementos: la supremacía militar y la adhesión del vencido a su modo de vida. La formación del Imperio Romano (no confundir con la tercera etapa de la historia de Roma) fue un proceso largo, con victorias y derrotas, construido a través del acierto y del error, de una gran longevidad, extendiéndose desde el inicio de la conquista de Italia en el s. IV d.C. hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el s. V d.C., unos 1000 años; más aún si consideramos que el Imperio Romano de Oriente se convertió en el Imperio Bizantino, con existencia propia hasta el siglo XV d.C.

Roma se convirtió para la posterioridad en el imperio modelo. El vídeo que tenéis a continuación nos presenta cómo Roma logró crearlo y compara su modelo de imperio con el mundo contemporáneo.





Tras ver el documental, realiza las siguientes actividades que entregaréis en clase. Sobra decir que  cualquier comentario al vídeo es bienvenido, ¡así estableceremos un diálogo!

  1. ¿Además del ejército qué crees que le permitió a los romanos extender y crear un imperio? Relaciona tu respuesta con la frase de Séneca: ubicumque vicit, Romanus habitat, "dondequiera que venció, el romano vive" (Consolatio ad Helviam, VII).
  2. ¿Por qué fue Roma la mayor potencia militar?
  3. ¿Qué simboliza el episodio del rey griego Antíoco III y el senador romano?
  4. ¿Cuál fue la primera motivación para la creación de las calzadas romanas? ¿A qué favoreció después?
  5. ¿Cuáles son los elementos de la influencia y la herencia cultural romanas en los territorios conquistados? ¿Cómo se recibían?
  6. Resume las acciones de Augusto para unir y consolidar el imperialismo romano: ideas morales, tradiciones, etc.
  7. Explica la relación entre Roma y las élites provinciales.
  8. ¿Por qué piensas que se acaba un imperio y por qué se acabó el Imperio Romano?

La aposición, adiós al misterio.

Vamos a intentar resolver de una vez el misterio de la aposición que tanto dolores de cabeza os provoca.

La aposición consiste en un sintagma nominal (normalmente un sustantivo) que acompaña y complementa a otro sustantivo del que nos añade o especifica alguna característica. La concordancia entre el sustantivo núcleo del sintagma nominal y el sustantivo de la aposición se realiza obligatoriamente en caso y normalemente en número. Esto implica que la aposición no va en un caso determinado, sino que su caso es el mismo que el del sustantivo al que acompaña. Veamos unos ejemplos:

1. Musae, deae artium, novem erant, "las Musas, diosas de las artes, eran nueve".
    N SG F NSF GPLF   indecl. 3ªpl
   –––––– –––– -––––   –––––  Impf
   Núcleo  Núc. CN      Atributo ––––
                –––––––––                Núc.
                Aposición SJ
   –––––––––––––––– ––––––––––
          Sujeto               Pred. Nominal

2. Catullus Lesbiam, puellam suam, amat, "Catulo ama a Lesbia, su chica".
    NSM      AcSF      AcSF     AcSF  3ªs
    ______ _______  _______ ____    pres
    Núcleo  Núcleo     Núcleo    Ady     ____
                                  ____________    Núc.
                                   Aposición CD
                 ___________________
                                 CD
    ______ _________________________
     Sujeto                 Pred. Verbal

En 1) el sustantivo Musae, sujeto de erant y que por tanto figura en nominativo, recibe una aposición que es deae artium. Deae es el sustantivo núcleo de la aposición y figura en nominativo plural porque Musae está en nominativo plural. En 2) Lesbiam es el núcleo del CD del verbo amat y por tanto está en acusativo. Lesbiam además recibe en complementación una aposición, puellam suam, que forzosamente ha de ir en el mismo caso, aquí acusativo.

Como hemos dicho el sustantivo núcleo de la oposición concuerda normalmente en número con el sustantivo al que acompaña, pero no es obligatorio como vemos en 3):

3.   In  bello Gallico Caesar   milites   et   equites, fortitudinem legionis, curabat
    Pre  AbSN AbSN NSM     AcPLM  Con   AcPLM         AcSF       GSF      3ªS Impf
           _____ _____              ______ ___ _______ _________ _____   _______
            Núc.   Ady                 Núcleo  NX   Núcleo       Núcleo     CN        Núcleo
    ___  __________                                                 _______________
     Enl    Término                                                          Aposición CD
________________            ___________________________________
  C. Circunstancial                                 Complento Directo
________________ _____ ____________________________________________
Pred. Verbal             Sujeto                       Predicado Verbal

Trad.: En la guerra de las Galias César cuidaba a los soldados y a los jinetes, la fortaleza de la legión.


Forges.
Vemos aquí como el núcleo de la aposición fortitudinem está en singular mientras que depende de dos sustantivos plurales milites y equites, eso sí, puesto que milites y equites están en acusativo, fortitudinem también. Con todo si el sustantivo que funciona como aposición complementa a más de un sustantivo suele concordar en plural como en 4):

4) Caesar legatos    ab  Ptolomaeo   et   Cleopatre,  regibus   Aegypti, recepit.
      NSM  AcPLM  Pre    AbSM          Con     AbSF        AbPLM     GSM      3ªSPerf.
                _______        ________     ____ ________  _______ ______  _______
                    CD               Núcleo          NX     Núcleo      Núcleo       CN       Núcleo
                                                                                          _____________
                                                                                            Aposición
                                ___ ____________________________________
                                Enl                           Término
                                ________________________________________
                                                         Complemento Circunstancial
    ______ ______________________________________________________
    Sujeto                                  Predicado Verbal
Trad.: César recibió legados de parte de Ptolomeo y Cleopatra, los reyes de Egipto.

En 4) vemos como el núcleo de la aposición, regibus, aparece en ablativo pues los sustantivos a los que acompaña, Ptolomeo y Cleopatre, van en ablativo y aparece en plural pues se refiere a más de un sustantivo, el género es másculino porque de los dos sustantivos de los que depende uno de ellos es masculino.
 
Otra característica más de la aposición es que con frecuencia aparece entre comas como los ejemplos anteriores, pero también puede no ir como en: Cicero consul coniurationem Catilinae reperit, el cónsul Cicerón descubrió la conjuración de Catilina,  donde consul es la aposición de Cicero y no figura entre comas. 

Como su propio nombre indica (ab+positio>appositio) la posición suele ir detrás del sustantivo al que acompaña y así ha sido en las oraciones que han servido de ejemplo.

Ahora que acaba la teoría, empieza lo bueno. Os dejo un texto muy sencillo sobre los dioses romanos y adivinad qué complemento va a salir en él.