martes, 29 de octubre de 2013

Vocabulario latino

Sé que muchos andáis un poco preocupados por cómo vamos a organizar el tema del vocabulario de cara al examen. Os dejo aquí una primera versión del vocabulario que podéis utilizar tanto en clase, como en los exámenes si se considerase necesario. Próximamente recibirá una actualización.

Vocabulario

5/11/2013: actualizado el vocabulario incluyendo la declinación y género de los sustantivos, la declinación en los adjetivos, la conjugación en los verbos y resaltando en negrita cada entrada.

lunes, 28 de octubre de 2013

Club de Lectura 13/14: 4ª semana, cap. 30-37

Publio en el ejército


Ya tenemos al joven Publio en el ejército junto a su padre. Su llegada suscita ciertas preguntas que podéis comentar y que os traslado:

 ¿Qué os ha parecido la decisión de Cornelio Escipión padre de poner a Publio al mando de la turna de Lelio? ¿Y la reacción de Lelio ante la noticia? ¿Qué pensáis del encuentro entre Publio y Lelio? ¿Cómo valoráis el comportamiento del joven Escipión? 

No perdáis de vista a Lelio, pues se volverá imprescindible.

El cruce de los Alpes


Hay un hecho central en estos capítulos y que ha otorgado fama, de momento eterna, a Aníbal: su cruce de los Alpes. Hazaña impensable en la época, y aún en la nuestra, que le permitió volver a tomar por sorpresa a los romanos, que siguieron sin poder tomar la iniciativa en la guerra y teniendo que reaccionar a los actos y decisiones del general cartaginés.

Aníbal y su ejército tardaron 15 días en recorrer algo más de 200 km de terreno montañoso en una época del año demasiado avanzada (se inició el cruce en septiembre con las cumbres ya nevadas). Durante el trayecto fueron acosados por la tribus locales de galos y pese a todo lograron avanzar cerca de 15 kilómetros al día ascendiendo a más de 2700 m de altura. 

Aníbal, el conquistador viendo Italia por primera vez desde los Alpes.
Francisco de Goya, pintura al óleo, 1770. Fuente Wikipedia.

Al descender, Aníbal concluía su marcha desde Cartago Nova para alcanzar la Península Itálica y llevar la guerra a Roma en su propio territorio: un trayecto de unos 2400 km que tuvo su mayor coste en vidas y recursos en el cruce de los Alpes. Los historiadores, modernos y antiguos, no se ponen de acuerdo para saber cuál fue el itinerario exacto que siguió Aníbal y tampoco en cuántas fueron las bajas. Eso sí, se calcula que perdió en torno a la mitad de sus hombres en el cruce, con unas cifras que oscilan desde unos pocos miles hasta en torno a los 30.000 hombres. En cualquier caso, el precio pagado por llegar a Italia fue altísimo. Solo puedo plantearos una pregunta:

¿Qué opináis de Aníbal y su estrategia?

Para acabar os dejo algunas líneas de la arenga de Aníbal a sus hombres antes del cruce, que Livio se permitió el lujo de recrear para su obra:

"Aníbal reunió a la asamblea de soldados y les hizo reaccionar […]. Les dice que […] cuando ven recorrido la mayor parte con mucho del camino, salvado el desfiladero del Pirinero por en medio de los pueblos más arriscados; cruzado el Ródano, un río tan caudaloso, con tantos de miles de galos tratando de impedirlo, dominando además la fuerza de la corriente del propio río; cuando tienen al alcance de la vista los Alpes, cuya otra vertiente pertenece a Italia, se paran cansados ante las puertas mismas del enemigo; ¿qué otra cosa se creen que son los Alpes más que montañas altas? Aunque se los imaginasen más altos que las cumbres del Pirineo, sin lugar a dudas no hay tierra que toque el cielo ni que sea inaccesible para el género humano. […] ¿Qué hay intransitable o infranqueable?, ¿cuántos peligros, cuántos trabajos no han pasado a lo largo de ocho meses para tomar Sagunto?; al dirigirse a Roma, la capital del orbe ¿hay algo que les pueda parecer tan duro y arduo como para diferir su propósito?[…]

Ab urbe condita, XXI, 30.

¿Qué os animáis a cruzar los Alpes cómo hicieron los cartagineses y los íberos que le acompañaban?

Valete lectores!

lunes, 21 de octubre de 2013

Club de Lectura 13/14: 3ª semana, cap. 18-29

Ya se ha desatado la II Guerra Púnica, tras la declaración formal de guerra por parte de los romanos ante el senado cartaginés y tras la toma de Sagunto por parte de Aníbal. 

Sagunto, casus belli


Sagunto, tras su heroica resistencia, finalmente ha caído ante el poderío cartaginés y se ha convertido en el casus belli. Una vez más vemos cómo las grandes potencias deciden el destino de sus pequeños aliados o enemigos en virtud de sus intereses. ¿Qué debieron pensar los saguntinos cuando desde su aliada Roma solo llegó una embajada que ni siquiera fue recibida por Aníbal? El horror de la guerra se nos hace patente ya desde el capítulo 22 con la desesperación de los saguntinos. Es tan solo el inicio de lo que nos aguarda. Sagunto, tan importante como para justificar una guerra, quedará en el olvido.

El retrato de Aníbal


En estos capítulos el autor va avanzando en el retrato de Aníbal, principalmente en el siguiente fragmento:

“Aníbal siempre el primero en entrar en combate y siempre el último en descansar; Aníbal siempre voluntario para cualquier escaramuza, para cualquier misión de riesgo, el que más enemigos abatía, el terror de los iberos y los celtas de aquel país; cuando su silueta se dibujaba en el horizonte, los salvajes retrocedían y los pocos que aún se atrevían a desafiarle caían abatidos en la primera acometida.”

Aníbal Barca


Es una reelaboración de este texto de Tito Livio:

"Nunca un mismo carácter fue más dispuesto para cosas enteramente contrapuestas: mandar y obedecer. No resultaría fácil, por ello, discernir si era más apreciado por el general o por la tropa. Ni Asdrúbal prefería a ningún otro para confiarle el mando cuando había que actuar con valor y denuedo, ni los soldados se mostraban más confiados o intrépidos con ningún otro jefe. Era de lo más audaz para afrontar los peligros y de lo más prudente en medio mismo del peligro. No había tarea capaz de fatigar su cuerpo o doblegar su moral. El mismo aguante para el calor y el frío; su manera de comer y beber, atemperada por las necesidades de la naturaleza, no por el placer; el tiempo de vigilia y sueño, repartido indistintamente a lo largo del día o de la noche; el tiempo que le quedaba libre de actividad era el que dedicaba al descanso, para lo cual no buscaba ni muelle lecho ni silencio: muchos lo vieron a menudo echado por el suelo, tapado con el capote militar, en medio de los puestos de guardia o de vigilancia militar. No se distinguía en absoluto entre los de su edad por la indumentaria, sí llamaban la atención sus armas y sus caballos. Era, con diferencia, el mejor soldado de caballería y de infantería a un mismo tiempo; el primero en marchar al combate, el último en retirarse una vez trabada la pelea."

Eso sí, un escritor romano no podía dejar de realzar sus defectos, al fin y al cabo era el enemigo:

"Las virtudes tan pronunciadas de este hombre se contrapesaban con defectos muy graves: una crueldad inhumana, una perfidia peor que púnica, una falta absoluta de franqueza y honestidad, ningún temor a los dioses, ningún respeto por lo jurado, ningún escrupuloso religioso."

Tito Livio, Ab urbe condita, XXI, 4; traducción de José Antonio Villar, Clásicos Gredos.

No podemos acabar sin referirnos a la familia de los Escipiones, ya tenemos al padre en lo más alto del cursus honorum y vemos cómo Publio hijo va aprendiendo el arte de la guerra de manos de su tío Gneo. Pero hay otro personaje romano sobre el que se ha centrado el foco: Fabio Máximo y su capital importancia al declararse la guerra.

Reflexiones en común


En definitiva, ¿qué os han parecido estos capítulos? ¿en qué ha cambiado vuestra opinión sobre Aníbal, Fabio Máximo o los Escipiones? ¿Qué pensáis de sus acciones? ¿Y de la situación de Sagunto como casus belli? Y la más peliaguda de las preguntas, ¿de qué lado os hubierais puesto: Cartago-Aníbal o Roma-Fabio Maximo/Escipiones? 

Como siempre, espero vuestros comentarios y además que comentéis entre vosotros usando el blog como foro.

Valete discipuli!

P.D.: no podía irme sin dejar algo de música (esta vez en vídeo) sobre los días de ira o locura que seguirán en la novela...


lunes, 14 de octubre de 2013

Club de Lectura 13/14: 2ª semana, cap. 10-17

En estos capítulos nuestros dos personajes principales, Publio como protagonista y Aníbal como antagonista, van cobrando poco a poco más importancia y se van perfilando sus personalidades. No sé qué opinaréis vosotros, pero debido a la mayor edad del cartaginés y a la carga de tensión de las acciones desarrolladas en Hispania, es quizá el personaje más atractivo por el momento, ¿estáis de acuerdo?

Ya conocemos también las verdaderas intenciones del clan de los Barca y los juegos de ambición y poder en Roma, centrados principalmente en la figura de Fabio Máximo, ¿qué sensación os transmite este personaje? 

El tono general de la obra se acelera con la situación de Sagunto. Se está gestando ya su papel como casus belli de la que será la II Guerra Púnica, paulatinamente se van plantando las semillas que provocarán que se cumpla la frase que años más tarde dijo Cicerón y que encabeza el segundo libro de la novela: 

Bellum ita suscipiatur, ut nihil aliud nisi pax quaesita videatur, "la guerra debe emprenderse de tal manera que parezca que sólo se busca la paz". Cicerón, De Officiis, I,23, 80.”

Hemos visto como en estos capítulos se produce el regreso de Aníbal tras finalizar su formación en Cartago tras el encargo que le hizo Asdrúbal el bello. Os dejo un breve texto, otra vez de Livio y su Ab urbe condita, donde nos cuenta la sensación de los soldados cartagineses veteranos cuando vieron regresar a su Aníbal.

Missus Hannibal in Hispaniam primo statim adventu omnem exercitum in se convertit; Hamilcarem iuvenem redditum sibi veteres milites credere; eundem vigorem in voltu vimque in oculis, habitum oris lineamentaque intueri.

"Una vez enviado Aníbal a Hispania, nada más llegar todo el ejército se giró hacia él; los soldados veteranos creían que les había sido devuelto el Amílcar joven, observaban su misma energía en su rostro, la misma fuerza en su mirada, la misma expresión en su semblante e idéntica fisonomía." Livio, Ab urbe condita, XXI, 4.

Sí, como lo leéis, los viejos soldados, que habían actuado bajo las órdenes del padre de Aníbal, consideraban que Amílcar les era devuelto en su hijo mayor. ¿Cómo no seguirle fuese cuál fuese su propósito?

Mientras compartís vuestras impresiones os dejo un poco de música...


viernes, 11 de octubre de 2013

Colección de textos latinos para 1º de Bachillerato

Os dejo en esta entrada una colección de textos que iremos traduciendo y, sí, también analizando a lo largo de todo el curso. Están organizados por grado de dificultad, así que cuanto más avancemos, más sabréis. Espero que lleguemos al final.


Curate ut valeatis!

Victoria de Teseo sobre el Minotauro en presencia de Atenea,
en la magnífica 
Copa de Aisón, del siglo V a. C. (M.A.N.Madrid). Fuente: wikipedia.


jueves, 10 de octubre de 2013

De la disputa entre griegos y romanos

Uno de los hitos principales en el siglo V a.C., en la lucha de los plebeyos por conseguir la igualdad de los derechos civiles, fue lograr que las leyes se pusieran por escrito. Si bien, la desigualdad  entre patricios y plebeyos aún permaneció durante bastante tiempo, el dictamen de los juicios ya no quedaba al capricho del pretor patricio que juzgara. Este código legislativo escrito recibió el nombre de Ley de las Doce Tablas (lex duodecim tabularum o duodecim tabularum leges). La tradición nos cuenta que los romanos nombraron una comisión de 10 magistrados, los decemviros, para que consultaran y conociesen las leyes entre los griegos, concretamente de Atenas. Hoy día tenemos dudas de si la comisión existió o no, pero no fue así para los antiguos, ni para gran parte de nuestra historia. El Arcipreste de Hita en su Libro del Buen Amor nos relata a su manera cómo pudo ser el encuentro entre romanos y griegos. Espero que os guste.

DE LA DISPUTA ENTRE GRIEGOS Y ROMANOS.


Palabra es del sabio y la dice Catón,
que hombre a sus cuidos que tiene en corazón,

anteponga placeres y alegre razón,
que la mucha tristeza, mucho pecado pon.

Y porque de buen sentido no puede el hombre reír,
habrá algunas burlas aquí a enxerir:
cada vez que la oyeres no quieras comedir
salvo en la manera del trovar y el decir.

Entiende bien mis dichos y piensa en la sentencia;
no me acontezca contigo como al doctor de Grecia,
con el rival romano y su poca sapiencia,
cuando demandó Roma a Grecia por la ciencia.

Así fue que los romanos las leyes no tenían,
fuéronlas a demandar a los griegos que las tenían,
respondieron los griegos que no las merecían,
ni las podrían entender, pues que tan poco sabían.

Pero que si las quisieren para por ellas usar,
que antes les convenía con sus sabios disputar,
para ver si las entendían y las merecían llevar:
esta respuesta hermosa daban por excusar.

Respondieron los romanos que les placía de grado:
Para la disputa pusieron pleito firmado;
mas, porque no entendieren el lenguaje no usado,
que disputasen por signos y por señas de letrado.

Pusieron día sabido todos por contender;
fueron romanos en cuita, no sabían que hacer
porque no eran letrados ni podían entender
a los griegos doctores ni a su mucho saber.

Estando en su cuita, dijo un ciudadano
que tomasen un ribaldo, un bellaco romano;
según Dios le demostrase hacer señas con la mano
que tales las hiciese: fuesen consejo sano.

Fueron a un bellaco muy grande y muy ardid;
dijéronle: ¡Nos habemos con griegos en combatir
para disputar por señas; lo que tú quisieres pedir
e nos de dártelo hemos; excúsanos de esta lid!

Vistiéronle muy ricos paños de gran valía,
como si fuese doctor en filosofía;
subió en alta cátedra, dijo con bravuconería:
¡De hoy más vengan los griegos con toda su porfía!

Vino ahí un griego, doctor muy esmerado,
escogido de griegos, entre todos loado
subió en otra cátedra, todo el pueblo juntado,
y comenzó sus señas como era tratado.

Levantose el griego, sosegado, de vagar,
y mostró sólo un dedo que está cerca del pulgar,
luego se asentó en ese mismo lugar;
levantose el ribaldo, bravo, de mal pagar.
Mostró luego tres dedos contra el griego tendidos:
el pulgar con otros dos que con él son contenidos,
en manera de arpón los otros dos encogidos;
asentase el necio, catando sus vestidos.

Levantose el griego, tendió la palma llana
y asentose luego con su memoria sana;
levántase el bellaco con fantasía vana,
mostró puño cerrado: de porfía había gana.

A todos los de Grecia dijo el sabio griego:
¡Merecen los romanos las leyes!, no se las niego.
Levantáronse todos con paz y con sosiego;
gran honra tuvo Roma por un vil andariego.

Preguntaron al griego qué fue lo que dijera
por señas al romano y qué le respondiera.
Yo le dije que hay un Dios; el romano dijo que era
uno en tres personas, y tal seña me hiciera.

Yo le dije que era todo a su voluntad;
Respondió que en su poder tiene el mundo y dice la verdad.
Desde que ví que entienden y creen en la Trinidad,
Entendí que merecieren de leyes eternidad.

Preguntaron al bellaco cuál fuera su antojo;
¡Díjome que con su dedo me quebraría el ojo!
De esto tuve un gran pesar y tomé gran enojo,
respondile con saña, con ira y con cordojo

que yo le quebrantaría ante todas las gentes
con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes;
díjome luego a propósito de esto, que le parase mientes,
que me daría gran palmada en los oídos retinientes.

Yo le respondí que le daría a él una tal puñalada,
que en tiempo de su vida nunca la viese vengada;
desde que vio que la pelea tenía mal aparejada,
dejose de amenazar de no se lo precian nada.

Por esto dice la patraña de la vieja ardida:
No hay mala palabra si no es a mal tenida;
verás que bien es dicha si bien es entendida:
entiende bien mi libro y habrás dueña garrida.

La burla que oyeres no la tengas en vil;
la manera del libro entiéndela sutil
que saber bien y mal, decir encubierto y doñeguil,
tú no fallarás uno de trovadores mil.

Fallarás muchas gracias, no fallarás de nuevo;
remendar bien no sabe todo alfayate nuevo:
a trovar con locura no creas que me muevo,
lo que buen amor dice, con razón te lo pruebo.

Libro del Buen Amor, Arcipreste de Hita

lunes, 7 de octubre de 2013

Club de Lectura 13/14: 1ª semana, cap. 1-9

Salvete animosi lectores!

Hoy iniciamos el Club de Lectura. Tengo la ilusión de que este club sea bien acogido por todos vosotros y que estas entradas sirvan de punto de encuentro para todos aquellos que disfrutan leyendo y quieran intercambiar opiniones sobre el libro (espero y deseo que lo hagáis). Para participar solo os pido que sigáis estas simples normas.

Normas del Club de Lectura:

  1. Cada semana haré una pequeña introducción (no un resumen) de los temas o acciones más importantes de los capítulos correspondientes y os presentaré posibles temas a comentar. Sois LIBRES DE COMENTAR LOS TEMAS INDICADOS U OTROS, siempre y cuando se atengan a los capítulos correspondientes.
  2. Los comentarios deben ser respetuosos y se debe CUIDAR LA ORTOGRAFÍA Y LA REDACCIÓN.
  3. Quedan PROHIBIDOS LOS SPOILERS.
Esta semana nos tocan los capítulos 1-9 que componen el libro I de la novela histórica. Estos nueve primeros capítulos sirven de presentación de gran parte de los personajes que iremos viendo evolucionar a lo largo de la obra. Ya tenemos en escena a la familia de los Escipiones (tío, padre e hijo), o a Fabio Máximo entre los romanos y a la familia de los Barca (Aníbal o Almílcar) entre los cartagineses. En estos capítulos tenemos también la división geográfica de la acción que se mantendrá en los siguientes capítulos: Hispania y Roma. 

Os incluyo una última reflexión por medio de un texto de Tito Livo que refleja la imagen que los romanos tenían tiempo después de Aníbal y su odio por los romanos.


Fama est etiam Hannibalem annorum ferme nouem, pueriliter blandientem patri Hamilcari ut duceretur in Hispaniam, cum perfecto Africo bello exercitum eo traiecturus sacrificaret, altaribus admotum tactis sacris iure iurando adactum se cum primum posset hostem fore populo Romano.

"Se cuenta, por otra parte, que Aníbal, cuando tenía nueve años, al pedir a su padre Almílcar, entre carantoñas infantiles, que lo llevase a Hispania, en el momento en que estaba ofreciendo un sacrificio con la intención de pasar allí a su ejército una vez finalizada la guerra de África, fue acercado al altar y con la mano puesta sobre la víctima fue obligado a jurar que tan pronto como pudiera se convertiría en enemigo del pueblo romano"  Tito Livio, Ab urbe condita, XXI, 1 (traducción de José Antonio Villar).

Aníbal jurando. Fuente Wikipedia.
Ahí tenemos a Aníbal, un niño de tan solo 9 años, que ante un altar queda atado a un juramento, a la deuda de llevar la guerra a Roma. Deuda que intentará pagar con toda su fuerza, ingenio y valor.




¿Qué os ha parecido la imagen que tenían los romanos de Aníbal? 

¿Qué personaje(s) os ha(n) llamado más la atención de estos primeros capítulos?



Espero vuestros comentarios, estoy incluso preparado con mis legiones para soportar aquello de "vaya rollo que nos has mandado".

Valete lectores!

viernes, 4 de octubre de 2013

Actividades para Africanus, el hijo del cónsul 1ª parte

Ya tenéis lo que lleváis deseando toda la semana... ¡las actividades para Africanus, el hijo del cónsul! Esa maravillosa novela histórica que tenéis el placer de leer este curso:


El día de entrega figura en el encabezamiento del trabajo. El único día posible de entrega es el indicado, si ese día no se va a poder entregar, se debe entregar con anterioridad.

La mayoría de las respuestas son concretas, ateneos a las preguntas: ¡no contestéis más de lo que se os pide! Las preguntas que exijan reflexión u opinión personal, argumentadlas. No consiste en escribir mucho, sino en escribir bien, razonar y argumentar.  Veréis que las preguntas están estructuradas según la división en semanas que seguiremos en el Club de Lectura.

La novela está dividida en diversos libros, como las obras antiguas, y estos en capítulos. He repartido la lectura de, más o menos, la mitad de la novela hasta diciembre en 9 semanas y cada semana se comentarán en el blog los siguientes capítulos:

  • 1ª Semana (lunes 7 de octubre):               capítulos 1-9.
  • 2ª Semana (lunes 14 de octubre):             capítulos 10-17.
  • 3ª Semana (lunes 21 de octubre):             capítulos 18-29.
  • 4ª Semana (lunes 28 de octubre):             capítulos 30-37.
  • 5ª Semana (lunes 4 de noviembre):          capítulos 38-43.
  • 6ª Semana (lunes 11 de noviembre):        capítulos 44-50.
  • 7ª Semana (lunes 18 de noviembre):        capítulos 51-58.
  • 8ª Semana (lunes 25 de noviembre):        capítulos 59-63.
  • 9ª Semana (lunes 2 de diciembre):           capítulos 64-69


Espero que disfrutéis la obra. Nos vemos en el Club de Lectura.

¡Fuerza y honor!, digo...

Valete cari discipuli!

martes, 1 de octubre de 2013

La 2ª Guerra Púnica o Marte incierto


Las mejores palabras que uno pueda hallar para empezar a reflexionar sobre la Segunda Guerra Púnica son aquellas con las que Tito Livio, historiador romano de los siglos I a.C. y I d.C., inició el libro XXI de su Ab urbe condita.

In parte operis mei licet mihi praefari, quod in principio summae totius professi plerique sunt rerum scriptores, bellum maxime omnium memorabile quae unquam gesta sint me scriptorum, quod Hannibale duce Carthaginienses cum populo Romano gessere. Nam neque validores opibus ullae inter se civitates gentesque contulerunt arma neque his ipsis tantum unquam virium aut roboris fuit; et haud ignotas belli artes inter sese sed expertas primo Punico conferebant bello, et adeo varia fortuna belli ancepsque Mars fuit ut propius periculum fuerint qui vicerunt. Odiis etiam prope maioribus certarunt quam viribus, Romanis indignantibus quod victoribus vicit ultro inferrent arma, Poenis quod superbe avareque crederent imperitatum victis esse.

"En esta parte de mi obra tengo derecho a decir por adelantado, lo que en el principio de la suya muchos escritores proclamaron: voy a narrar la guerra más memorable de cuantas se han llevado a cabo: la que, bajo el mando de Aníbal, los cartagineses hicieron contra el pueblo romano. Pues nunca  otras ciudades o pueblos más fuertes en sus recursos midieron sus armas, ni estos mismos tuvieron nunca tantas fuerzas o vigor; y no desconocían las artes de la guerra entre ellos, sino ya experimentadas en la Primera Guerra Púnica ahora las comparaban, y hasta tal punto la fortuna de la guerra fue diversa y Marte incierto que estuvieron más cerca del peligro los que vencieron. Incluso combatieron casi con un odio mayor que sus fuerzas, indignados los romanos porque los vencidos se levantasen en armas otra vez contra los vencedores, los cartagineses porque creían haber sido dominados por los vencedores con soberbia y avaricia."





Tras la Primera Guerra Púnica, finalizada con victoria romana, Roma se aseguró el control de Sicilia y Cerdeña y el dominio del Meditarráneo. Cartago se dirigió a Hispania y pese a la firma del Tratado del Ebro en el 225 a.C., que repartía las zonas de influencia cartaginesa y romana en la Península Ibérica al sur y al norte del río respectivamente,  el conflicto estalló en el 218 a.C con la toma de Sagunto. 

¿Fue la toma de Sagunto la verdadera razón del conflicto, una ciudad aliada de Roma, pero asentada en la zona de influencia cartaginesa? 

Desde luego no fue la única razón. Lo cierto es que Cartago, o al menos una parte de su aristocracia como los Barca, deseaba resarcirse de la derrota en la Primera Guerra Púnica y los romanos no veían con buenos ojos el creciente poder e influencia de los cartagineses en Hispania. Aníbal asedió Sagunto durante ocho meses en los cuales Roma lo único que hizo fue mandar una embajada, primero a Aníbal y luego a la propia Cartago, sin más éxito que la declaración formal de guerra. Una cosa, sin embargo, está clara, Sagunto fue el pretexto, el casus belli.

La guerra supuso para los romanos un esfuerzo ingente, en el que perdió gran parte de sus recursos humanos y económicos, sin embargo con su resultado favorable Roma se aseguró la hegemonía del Mediterráneo occidental. Como indica Livio la guerra fue dudosa y Aníbal mantuvo en jaque durante años al poderío romano; hasta el punto que en Roma se acuñó la frase Hannibal ad portas para asustar a los niños (como si del coco se tratase) y a los no tan niños de un peligro inminente. En esta guerra sufriría Roma algunas de sus derrotas más ignominiosas, como la del lago Trasímeno o Cannas, pero también grandes victorias como la batalla de Metauro o la decisiva batalla de Zama en el 202 a.C. La Segunda Guerra Púnica se convirtió para los romanos en el símbolo de las guerras, su coste y réditos, pero también les recordaba lo cerca que estuvieron de perder, el peligro de convertirse en el vencido.


Si para un territorio fue de capital importancia la Segunda Guerra Púnica ese fue Hispania. Debido a ella los romanos al mando de Publio Cornelio Escipión, el padre del Africano, desembarcaron en Hispania, concretamente en la colonia griega de Ampurias. Roma había puesto el pie en Hispania para no marcharse jamás e iniciarse así la romanización de la Península Ibérica.


Muchos son los personajes históricos memorables que intervinieron en este conflicto: los Escipiones con el Africano destacando sobre todos ellos, Marcelo o Fabio Máximo entre los romanos; los Barca con Aníbal a la cabeza entre los cartagineses. Asombrosas fueron algunas de sus hazañas como el cruce de los Alpes por parte del ejército cartaginés. 

Por todo ello, espero que esta breve entrada os haya despertado la curiosidad por saber más de esta guerra y de sus consecuencias y que algún día consultéis los enlaces que os añado:






Corrección del 2º texto de "recordando la primera"

Aquí tenéis la corrección del segundo texto de repaso de la primera declinación. Cuando os devuelva vuestros textos tendréis que compararlos con esta corrección. Aquello que no comprendáis me lo decís y se explicará en el aula o por medio del blog en el formulario de contacto.

Valete, discipuli!