lunes, 28 de octubre de 2013

Club de Lectura 13/14: 4ª semana, cap. 30-37

Publio en el ejército


Ya tenemos al joven Publio en el ejército junto a su padre. Su llegada suscita ciertas preguntas que podéis comentar y que os traslado:

 ¿Qué os ha parecido la decisión de Cornelio Escipión padre de poner a Publio al mando de la turna de Lelio? ¿Y la reacción de Lelio ante la noticia? ¿Qué pensáis del encuentro entre Publio y Lelio? ¿Cómo valoráis el comportamiento del joven Escipión? 

No perdáis de vista a Lelio, pues se volverá imprescindible.

El cruce de los Alpes


Hay un hecho central en estos capítulos y que ha otorgado fama, de momento eterna, a Aníbal: su cruce de los Alpes. Hazaña impensable en la época, y aún en la nuestra, que le permitió volver a tomar por sorpresa a los romanos, que siguieron sin poder tomar la iniciativa en la guerra y teniendo que reaccionar a los actos y decisiones del general cartaginés.

Aníbal y su ejército tardaron 15 días en recorrer algo más de 200 km de terreno montañoso en una época del año demasiado avanzada (se inició el cruce en septiembre con las cumbres ya nevadas). Durante el trayecto fueron acosados por la tribus locales de galos y pese a todo lograron avanzar cerca de 15 kilómetros al día ascendiendo a más de 2700 m de altura. 

Aníbal, el conquistador viendo Italia por primera vez desde los Alpes.
Francisco de Goya, pintura al óleo, 1770. Fuente Wikipedia.

Al descender, Aníbal concluía su marcha desde Cartago Nova para alcanzar la Península Itálica y llevar la guerra a Roma en su propio territorio: un trayecto de unos 2400 km que tuvo su mayor coste en vidas y recursos en el cruce de los Alpes. Los historiadores, modernos y antiguos, no se ponen de acuerdo para saber cuál fue el itinerario exacto que siguió Aníbal y tampoco en cuántas fueron las bajas. Eso sí, se calcula que perdió en torno a la mitad de sus hombres en el cruce, con unas cifras que oscilan desde unos pocos miles hasta en torno a los 30.000 hombres. En cualquier caso, el precio pagado por llegar a Italia fue altísimo. Solo puedo plantearos una pregunta:

¿Qué opináis de Aníbal y su estrategia?

Para acabar os dejo algunas líneas de la arenga de Aníbal a sus hombres antes del cruce, que Livio se permitió el lujo de recrear para su obra:

"Aníbal reunió a la asamblea de soldados y les hizo reaccionar […]. Les dice que […] cuando ven recorrido la mayor parte con mucho del camino, salvado el desfiladero del Pirinero por en medio de los pueblos más arriscados; cruzado el Ródano, un río tan caudaloso, con tantos de miles de galos tratando de impedirlo, dominando además la fuerza de la corriente del propio río; cuando tienen al alcance de la vista los Alpes, cuya otra vertiente pertenece a Italia, se paran cansados ante las puertas mismas del enemigo; ¿qué otra cosa se creen que son los Alpes más que montañas altas? Aunque se los imaginasen más altos que las cumbres del Pirineo, sin lugar a dudas no hay tierra que toque el cielo ni que sea inaccesible para el género humano. […] ¿Qué hay intransitable o infranqueable?, ¿cuántos peligros, cuántos trabajos no han pasado a lo largo de ocho meses para tomar Sagunto?; al dirigirse a Roma, la capital del orbe ¿hay algo que les pueda parecer tan duro y arduo como para diferir su propósito?[…]

Ab urbe condita, XXI, 30.

¿Qué os animáis a cruzar los Alpes cómo hicieron los cartagineses y los íberos que le acompañaban?

Valete lectores!

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